Huellas y rastros.
Una manera de conocer la naturaleza.
Una bonita forma de acercarnos a la naturaleza y aprender a quererla es seguir a sus habitantes, interpretar sus señales, sus rastros, sus huellas. Dan muchísima más información de la que uno se imagina en un principio.
Materiales que puedes necesitar:
Ropa cómoda, calzado adecuado, una mochila, agua, comida de poco peso equilibrada, curiosidad y altas dosis de paciencia es lo más importante... Pero no solo, también pueden ayudar materiales como una mochila, regla simple o regla en escuadra, escayola en polvo, un cuadernillo, un calibre, un recipiente para revolver, una navaja... alguna guía de naturaleza, prismáticos o cámara de fotos son ayudantes habituales de un amante de la naturaleza.
Consideraciones generales:
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Numeración de los dedos.
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Los rastros son más que huellas, y las huellas más que icnitas, pero en general decimos aquella para decir esta, y en ella nos vamos a centrar ahora. Desde mi punto de vista hay que tener en cuenta varias cosas sobre las icnitas (huellas) de vertebrados; las extremidades delanteras (manos) suelen ser más anchas que las traseras, el dedo 1 es el más interior y el 5 el más exterior y el que suele estar más adelantado es el 3. Los animales domésticos nos puede llevar a confusión, ya que las pezuñas pueden estar retocadas, como con las ovejas.
Además, la identificación por icnita puede ser por ella misma y en solitario o por distancia de paso. Por ejemplo, una distancia de paso de 28cm es gato y 35 cm es zorro.
Pero... ¿Cómo rastreamos animales? Comenzaré haciendo una aproximación a cada grupo taxonómico, pare describir la especie y las características propias de su rastro para finalizar.
Mamíferos ungulados.
Los
ungulados (
Ungulata) son un
superorden de
mamíferos placentarios que se apoyan y caminan con el extremo de los dedos, o descienden de algún animal que lo hacía.
Orden Artiodactyla.
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Estudio de la huella de un ungulado
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El orden artiodactilos se define como un orden de mamíferos ungulados cuyas extremidades terminan en un número par de dedos, de los cuales apoyan en el suelo por lo menos dos. Los dedos más desarrollados son el tercero y el cuarto y son los únicos que se apoyan en el suelo. Los otros tres dedos están presentes, ausentes, son vestigiales o apuntan hacia atrás.
La familia de los cérvidos tienen patas delgadas, pezuñas hendidas y largos cuellos con cabezas largas y finas, aptas para el ramoneo o el pastoreo. Son en general herbívoros. Impresionan los dedos 2,3,4 y 5, aunque los que apuntan hacia atrás (llamados "guardas") rara vez lo hacen. La huella del cérvido es de forma rectangular, y a la hora de medir su largo se toman únicamente las tres primeras cuartas partes, ya que solo es fiable la parte plana de la huella.
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Esquema de pezuña de ungulado.
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También hay que tener en cuenta que las extremidades anteriores (en adelante manos) son de mayor tamaño y cuanto patinan se abren. Además del tamaño se tiene en cuenta lo afilada que es la pinza.
Cuando medimos la huella solo hay que medir la parte que está mas impresionada, que corresponde a la parte más recta, la suela, ya que de ahí hasta las guardas el tamaño puede ser muy variable.
El corzo. (Capreolus capreolus, Linnaeus 1758)
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Huella de corzo
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Es el más pequeño de los cérvidos europeos. Los machos son de mayor tamaño que las hembras, pero el grado de dimorfismo sexual es relativamente bajo. Medidas corporales, CC: 95-145 cm; CR: 54-83 cm; Peso: 16-30 kg.
En España el corzo se distribuye de forma homogénea por los Pirineos, País Vasco y Cordillera Cantábrica hasta la Sierra de Los Ancares en Lugo, y los Montes de León, desde donde ha colonizado gran parte de Galicia. En Portugal aparece de forma natural al norte del río Duero.
El corzo ocupa preferentemente áreas boscosas, que ofrecen cobijo y alimento. En sus preferencias de hábitat destacan la importancia del estrato herbáceo y arbustivo, así como la diversidad botánica del medio. A pesar de la preferencia por áreas boscosas, puede llegar a explotar los medios agrícolas.
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Excrementos de corzo.
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La huella del corzo tiene de 40 a 50 mm de largo. La punta (pinza) es afilada, tanto más cuanto más ligero es el individuo. No hay apenas diferencia entre pie y mano, ni entre macho y hembra. La parte del talón es acorazonada. El ancho máximo de la huella se encuentra en la parte final.
Los excrementos son ovalados, como "conguitos" alargados. Por el tamaño se asemejan a huesos de aceituna negra, con unos 7mm de ancho.
El gamo. (Dama dama, Linnaeus 1758)
Es una especie de cérvido nativa de la región mediterránea, de menor tamaño que Cervus elaphus, con astas palmeadas y manto de pelo pardo-rojizo
salpicado de motas blancas en primavera y verano. Entre los gamos, el dimorfismo sexual es muy acentuado. Sólo los machos presentan astas que, echadas hacia atrás e implantadas sobre pedúnculos muy cortos, presentan tres candiles y una ancha palma, característica de la especie. Medidas corporales de ejemplares adultos de Doñana, CC: 129- 155 cm (machos), 118-140 cm (hembras); CR: 85 cm (machos), 75 cm (hembras); Ps: 52-63 kg (machos), 28-41 kg (hembras).
En España fue introducido en la antigüedad. A finales del siglo XIX vivía en estado salvaje en Sierra Morena, Cuenca del Tajo y Montes de Toledo, así como en diversos cazaderos reales. Fue introducido en Doñana a principios del siglo XX y en la actualidad ocupa numerosas áreas pequeñas y aisladas, gestionadas en general con fines cinegéticos. Se alimenta casi exclusivamente de vegetación herbácea, asociada a los biotopos de praderas, ya sean en claros, bordes de bosque o próximos a los caños y ríos.
La huella del gamo mide entre 45 y 60mm, de contorno de pinza menos afilado y más ancho que el corzo, sobre todo en machos. Sus excrementos son de 9mm de diámetro, como garbanzos con abolladuras.
El ciervo. (Cervus elaphus, Linneo 1758)
Se han documentado unas veintisiete subespecies distintas, que se diferencian entre sí por el tamaño, longitud, color del pelo y forma de las cuernas. Esta especie presenta dimorfismo sexual acentuado. CC: 160-220 cm (machos), 160-195 cm (hembras); CR: 90-120 cm (machos), 90-110 cm (hembras); Ps: 80-160 kg (machos), 50-100 kg (hembras).
Pelaje con predominio del color castaño uniforme, zona ventral más clara y escudo anal casi blanco flanqueado por bandas oscuras en ocasiones casi negras, cola corta de color oscuro. En la Península habita la subespecie Cervus elaphus hispanicus, que sólo ocupa la Península Ibérica, aunque ha sido introducida en el norte de Marruecos. Se considera como Casi Amenazada (NT) a causa de la introgresión genética con ejemplares de otras subespecies que son introducidos en terrenos cinegéticos para aumentar el tamaño de los trofeos.
Ocupa la mayoría de los hábitats de la Península, desde llanuras a nivel del mar hasta áreas de alta montaña. Utiliza preferentemente las áreas de transición (ecotonos) entre zonas boscosas o arbustivas y áreas abiertas donde exista producción de plantas herbáceas. La alimentación es mixta entre el pastoreo y el ramoneo, e incluye una amplia variedad de especies tanto herbáceas (en primavera alcanza el 75%) como arbustivas. Se alimentan durante el crepúsculo en hábitats abiertos o de escasa cobertura vegetal y descansan durante las horas centrales del día en zonas con más cobertura.
Huella de 60 - 90 mm con pinza muy poco o nada afilada y el ancho máximo de la huella es en la parte central. La parte de atrás no es acorazonada. La mano es más ancha y menos afilada. Excrementos de 14 mm (11 a 18) de diámetro, más largadas en hembras y más forma de avellana con abolladura en machos.
Subfamilia Caprinae (caprinos).
Los miembros del grupo varían considerablemente en tamaño, si bien en la Península Ibérica nos encontramos rebecos, cabras y muflones, con tamaños no tan dispares. Es conocido ya en el Mioceno pero no alcanzó su mayor diversidad hasta las glaciaciones recientes, cuando muchos de sus miembros se especializaron en ambientes marginales.
El rebeco (
Rupicapra pyrenaica, Bonaparte 1845)
Menor y más esbelto que la cabra montés, con cierto dimorfismo sexual, ya que aunque ambos sexos poseen cuernos, los de los machos más gruesos y con el gancho más cerrado y el peso es también mayor en machos. La cabeza y la garganta son claras y tienen una mancha oscura que cubre los ojos a modo de antifaz. Poseen una línea oscura que recorre longitudinalmente el dorso.
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Distribución del rebeco cantábrico.
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La especie ocupa tres núcleos de población, dos núcleos en la península ibérica,
Rupicapra pyrenaica pyrenaica en los Pirineos y
Rupicapra pyrenaica parva en la Cordillera Cantábrica.
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Estudio de la huella del rebeco
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Se mueve entre el límite superior de los bosques y los pastos
supraforestales, ocupando en verano las máximas altitudes. Prefiere
pendientes fuertes y rocosas donde la nieve se acumula poco. Habita
entre los 1000 y 2800 m en los Pirineos, y entre los 400 y 2400 m en la cordillera Cantábrica.
La huella
tiene entre 50 y 70mm, no se curvan las huellas a lo largo del dedo,
son rectas, con un ancho similar a lo largo del dedo. Dedos totalmente
libres y con espacio entre ellos (al menos 10mm). Poco dimorfismo.
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Detalle de huella de rebeco.
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La cabra. (Capra pyrenaica, Schinz 1838)
Antiguamente repartido por el sur de Francia, Andorra, España y Portugal, actualmente un endemismo de las áreas montañosas de España y del norte de Portugal.
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De Carlos Bartolomé La Huerta - Wikimedia Commons, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=9085641 |
Es una especie con fuerte dimorfismo sexual. Las hembras miden unos 1,20 m de largo y 60 cm de altura en la cruz, pesando entre 30 y 45 kg. Tiene cuernos bastante cortos. Los machos miden, entre cabeza y cuerpo, 1,25 m y pesan de 50 a 58 kg.
Sus máximas horas de actividad se localizan por la mañana y a finales de la tarde, cerca del crepúsculo aunque en invierno desarrollan su actividad en las horas centrales del día. Cambian a menudo de manada, la cual está constituida por machos adultos, hembras con sus crías y jóvenes de ambos sexos. Los machos y las hembras adultas se reúnen en la época de celo, en los meses de noviembre y diciembre, momento en que se pueden oír los golpes de las luchas entre machos. Después de un periodo de gestación de 23-24 semanas, tiene lugar el parto entre abril y junio. Generalmente hay una cría por parto, ocasionalmente dos.
Habitan tanto en bosques como en extensiones herbáceas, en cotas montañosas de entre 500 y 2500 m, subiendo en verano incluso por encima de los 3000 m. La dieta es predominantemente herbácea, aunque en invierno se torna más arbustiva. Si es necesario, excavan en la nieve para acceder hasta la vegetación. Tímida y tranquila, tiene un gran olfato y oído. Está dotada para andar entre rocas y saltar por paredes casi verticales o incluso hielo. Devora indiscriminadamente cualquier materia vegetal, como hierbas, líquenes, cortezas, brotes y frutos
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Detalle de huella de cabra.
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Ha sido reintroducida en la Cordillera Cantábrica a partir del núcleo cautivo de
Riaño, existiendo diversos núcleos en
los Ancares y el parque regional de Picos de Europa en Castilla y León y observándose individuos dispersos en Asturias y
Liébana.
Entre los enemigos destacan los perros asilvestrados y los lobos.
La huella tiene de 50 a 65mm, y a diferencia de la del rebeco, si cambia el ancho de los dedos a lo largo de su longitud, afilándose hacia arriba, con espacio entre los dedos pero no tanto como en rebeco.
El muflón (Ovis aries, Linnaeus 1758).
El muflón es la forma más pequeña del género Ovis y presenta un dimorfismo sexual muy pronunciado. Medidas corporales, CC: 127-145 cm (machos), 120-130 cm (hembras); CR: 75-80 cm (machos), 70-75 cm (hembras); Ps: 40-60 kg (machos), 30-40 kg (hembras).
Las hembras tienen cuernos residuales que rara vez alcanzan los 15 cm. El pelo es de color castaño oscuro habiendo individuos de color más claro. Tienen unas manchas blancas con forma de silla de montar en los lomos, en la zona del escuda anal muy marcadas y en la cara un área blanquecina encima del morro y debajo del frontal que aumenta con la edad, hasta ocupar toda la cara. El vientre y la parte interior de las extremidades son blancos.
Actualmente se le encuentra por toda el área mediterránea de la Península Ibérica, y en la mayoría de las Comunidades Autónomas.
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Detalle de huella de muflón.
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Tiene una gran capacidad adaptativa, ocupando
hábitats tan diferentes como las zonas de cumbres deforestadas y rocosas en Cazorla, los bosques húmedos de Cádiz, o las agrestes y secas laderas del Teide, mostrando marcadas variaciones de tamaño y de peso como respuesta a dichas adaptaciones. La variedad de especies diferentes que consume se encuentra entre las mas altas entre los herbívoros: más de 100 especies diferentes en un solo estómago. Consume indistintamente fanerógamas, criptógamas, hongos y líquenes, sin embargo, son las plantas herbáceas y las gramíneas, cuando están disponibles, las más consumidas.
El período de celo se sitúa en el mes de noviembre en la mayoría de las poblaciones de la Península. El período de gestación dura alrededor de cinco meses y la mayoría de los partos acontece entre marzo y abril. En general tienen una sola cría. Es en estos momentos, de noviembre a abril cuando el grupo es de mayor tamaño (10 a 12 ejemplares), mixtos; con machos, hembras y crías.
Huella entre 40 a 60 mm, apoya más por fuera que el corzo, solo el filo externo, y son algo mas rectas por delante.
Familia Suidae.
Los suidos son una familia de tan solo 16 especies, con la mayoría de sus táxones extintos. En género Sus es el más frecuente, y Sus scrofa (el cerdo y el jabalí) es el más extendido. Son omnívoros y no rumiantes.
El jabalí. (Sus scrofa, Linnaeus 1758)
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Jabalí adulto
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El jabalí es de tamaño mediano, con una cabeza grande y alargada y ojos
muy pequeños. El cuello es grueso y las patas son muy cortas, es mayor la altura de los
cuartos delanteros que los traseros. Tiene un importante desarrollo del olfato lo que le permite encontrar bellotas, setas, caracoles, plantas y animales bajo tierra o incluso enemigos a más de 100 metros de distancia. El oído está también muy desarrollado.
Caninos de puntas agudas y ángulos cortantes. Posee un marcado dimorfismo sexual, los machos son más corpulentos y presentan los caninos más desarrollados.
Medidas corporales de ejemplares adultos del Montseny (Cataluña), CC: 133,0-148,0 cm (machos), 118,0-137,0 cm (hembras); C: 17,5-24,0 cm (machos), 13,0-20,0 cm(hembras); CR: 72,0-85,5 cm (machos), 71,0-73,0 cm (hembras); Ps: 60-118 kg (machos), 40-65 kg (hembras).
Sus pelos son gruesos y negros, de hasta 16 cm en la punta de la cola.
El color de la capa o pelo es muy variable y va desde colores grisáceos
a negro, pasando por colores rojizos y marrones. El cambio de pelo
tiene lugar hacia mayo o junio, aunque la hembra con crías muda más
tarde. En verano, las cerdas (pelos gruesos de la crin) son más cortas. Los baños de barro desempeñan un importante papel en la ecología de la especie.
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Rayón
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Las crías son llamadas jabatos, y lucen unas características rayas longitudinales a
lo largo del cuerpo, lo que les ha dado el nombre de rayones. Estas desaparecen a lo largo de los primeros meses de vida y
su pelaje se oscurece, pasando del rojo bermejo al año de edad al marrón
o negro en los ejemplares adultos.
Durante su período de celo,
de noviembre a enero, el jabalí macho busca hembras receptivas, expulsando a los jóvenes del año anterior. El período de partos que se extiende entre enero y abril. La unidad básica es el grupo matriarcal compuesto por una o diversas hembras adultas acompañadas de sus jóvenes aunque otros núcleos están constituidos por machos jóvenes. Los machos adultos son solitarios.
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Huella de jabalí
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Se adapta a
todo tipo de hábitat siempre que disponga de una mínima cobertura y alimento, aunque prefiere los lugares con una
vegetación alta donde poder camuflarse y donde abunde el agua. Sus hábitats predilectos son los
encinares y los macizos forestales
caducifolios o mixtos, aunque no desdeña matorral, marismas o áreas de cultivo. Se han encontrado en pastos subalpinos (por encima de 2400m)
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Estudio de la huella de un jabalí
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En la Península Ibérica se ha descrito las siguientes subespecies:
Sus scrofa castilianus,
Sus scrofa baeticus. Su huella es cuadrada, de 50 a 80 mm. Impresiona dos dedos, semiunidos, y a veces las guardas. La zona de la pinza se hunde más, lo que no ocurre con otros animales que pisan plano. Excrementos muy poco frecuentes, alargadas por secciones irregulares de 25 mm de diametro.